Manifesto of 2011 Women's Day

Wednesday, March 23, 2011

On International Women’s Day, Silent No More Spain denounced the existence of:

A war against women

Women of these times are the site of a new war between ideology and nature… a war as old as mankind. A masculine war for control and domination of the external world, of Nature. But in this century, it is the woman who has become the exponent of an ethic of exploitation and manipulation of Nature and Reality, to the point of threatening her very nature, offering herself in holocaust to the gods of postmodernism with the sacrifice of her natural self: motherhood. In women, this war has become internalized, creating a repression of her own being ... and of the being that dwells in her; it has become a civil war between her mind and her heart. A war brought about by a System that exploits and manipulates her, making her another victim of its voracity.

Women of this time have assumed the male ethics of control, domination and manipulation, to the point of giving up her own idiosyncrasy, relinquishing what is most proper and intimate in her: her capacity to bear life. But before reaching her heart, this war has destroyed one by one the bastions of her sensitivity, her empathy, her tenderness, her vulnerability, her generosity, her patience, her flexibility, her ability to love and procreate. All her “weapons” have been surrendered to the "enemy" of alienation, and she has put herself into the worst concentration camp of all: Post-abortion syndrome. And she will not escape! ... she CAN NOT escape! ... by herself.

The "enemy" has achieved the perfect victory, to make the vanquished voluntarily disarm and confine himself (herself) in prison. And how did he achieve it? With a new arsenal of weapons and ideological language: turning the camp into a "social achievement" 1, "a woman's right." Abortion puts women in the worst concentration camp that has ever existed: guilt. "It is easier to remove a child from the mother’s womb than from her conscience" said a senior obstetrician, Dr.Wilke. The war of these times has become psychological, and again, the first victims are the weakest: children and women ... in that order. These are also the victims of abortion: the children by their physical death, the women by their psychological death.

But the psychological death, dramatic as it is, is often the prelude to the other death, since abortion increases seven times the odds of suicide as compared to childbirth, makes women four times more likely to die from accidents of all kinds, multiplies by three mental disorders, increases by 60% the likelihood of dying from natural causes, creates biological predisposition to breast cancer and other deadly diseases. A long list of sequels and diseases, each more serious, that leaves women destitute psychologically and physically ... and the worst of all: ignorance. Because the "enemy" doesn’t allow women to know the cause of their distress. And if they know, it doesn’t allow them to speak up and to be understood and helped, nor to put and end to it. The System has decreed that abortion is good for women and does not tolerate heretics of this postmodern dogma. No matter if statistics show alarming rates of alcohol and drug consumption among women who had abortions, that depressions become chronic and widespread, the high correlation with anorexia and bulimia, ruptures in couples (70% in within one year), no matter the increase of domestic violence and suicides ... none of that matters because abortion has to be good by definition, "Caesar dixit." The Empire with its machinery of political and media domination has dressed abortion with the cloak of liberalism and nobody dares to exclaim that "the emperor has no clothes!". Children and women no longer have a place in the System unless they surrender their innocence and motherhood. And without them, the world is lost.

We have hit bottom. With abortion (and the subsequent trauma), women have hit bottom in their process of feminist vertigo, in their process of "conversion" to the male ethics. But when you hit bottom there are two possibilities: drowning or pushing hard. The therapy Silent No More Spain offers is a strong push for women who have fallen into the pit of abortion, to rise up from their prostration…. like a dolphin riding the waters in the eyes of the Sun!

1 That is: to continue to dominate and control women, not getting involved, economically nor morally, in the care of children because they consider it a waste of time and effort, and spending huge income on abortion clinics and health professionals who can not heal the physical and mental illnesses caused by the trauma of abortion, due to their oblivion of their origin.

In Spanish:

Una guerra contra la mujer

La mujer es el escenario de una nueva guerra abierta en este tiempo entre la ideología y la Naturaleza. Una guerra tan vieja como el hombre, que se recrudeció con la Revolución Industrial y que ha ido in crescendo en este último siglo. Una guerra masculina, de control y dominación del mundo externo, de la Naturaleza. Pero en este siglo, es la mujer quien se ha convertido en el mayor exponente de una ética de explotación y de manipulación de la Naturaleza y de la Realidad, hasta el punto de atentar contra su propia naturaleza, ofreciéndose a sí misma en holocausto a los dioses de la postmodernidad con el sacrificio su ser natural: la maternidad. En la mujer, esta guerra se ha interiorizado, generando una represión de su propio ser... y del ser que anida en ella; se ha tornado una guerra interna, de su mente contra su corazón. Una guerra propiciada por un Sistema que la explota y manipula, convirtiéndola en una víctima más de su voracidad.

La mujer de este tiempo ha asumido de tal manera la ética masculina del control, dominación y manipulación, que ha hecho dejación de su propia idiosincrasia hasta el punto de renunciar a lo más íntimo y consustancial: su capacidad de dar vida. Pero antes de llegar a sus entrañas, la guerra ha ido destruyendo uno a uno los baluartes de su sensibilidad, su empatía, su ternura, su vulnerabilidad, su generosidad, su paciencia, su flexibilidad, su capacidad de amar y procrear. Todas las armas de que disponía han sido entregadas al “enemigo” de la alienación, y ella misma se ha metido en el peor campo de concentración de todos los que han existido y existen: el Síndrome Post-aborto. Y ¡no quiere salir! … ¡no PUEDE salir!... ella sola.

El “enemigo” ha logrado la victoria perfecta: que el vencido deponga las armas voluntariamente y se encierre él mismo (ella misma) en la prisión. Y ¿cómo lo ha conseguido? Con un nuevo arsenal de armas lingüísticas e ideológicas: convirtiendo el campo de concentración en un “logro social” 1, en “un derecho de la mujer”. El aborto encierra a la mujer en el peor campo de concentración que jamás ha existido: el de la culpa. “Es más fácil sacar a un niño del vientre de una madre que de su conciencia” decía un veterano obstetra, el Dr.Wilke. La guerra de este tiempo se ha hecho psicológica, y de nuevo, las primeras víctimas son los más débiles: los niños y las mujeres... en este orden. Esas son también las víctimas del aborto: los niños por su muerte física; las mujeres por su muerte psicológica.

Pero esa muerte psicológica, con ser dramática, es a menudo la antesala de la otra, pues el aborto multiplica por siete las probabilidades de suicidio en comparación con el parto, multiplica por cuatro la probabilidad de morir por accidentes de todo tipo, multiplica por tres los trastornos mentales, aumenta un 60% la probabilidad de morir por causas naturales, crea predisposición biológica para contraer cáncer de mama y otras enfermedades mortales. Una larga lista de secuelas y enfermedades, a cual más grave, que dejan a la mujer sumida en la miseria psicológica y física... y en la peor de ellas: la ignorancia. Porque el “enemigo” no permite que la mujer sepa “de dónde le ha venido el palo”. Y si lo sabe, no permite que lo diga ni que la entiendan ni que la ayuden, ni que lo remedien. El Sistema ha decretado que el aborto es bueno para la mujer y no tolera herejes de este dogma postmoderno. No importa que las estadísticas den cifras alarmantes de consumo de alcohol y drogas entre mujeres que han abortado, que las depresiones se hagan crónicas y generalizadas, que haya alta correlación con la anorexia y la bulimia, que se rompan las parejas (el 70% en el plazo de un año), que aumente la violencia doméstica e infantil y los suicidios... nada de eso importa porque el aborto tiene que ser bueno por definición: “César dixit”. El Imperio con su maquinaria de dominación político-mediática ha vestido el aborto de progresía y que nadie se atreva a exclamar que “¡el emperador va desnudo!”. Los niños y las mujeres ya no tienen sitio en el Sistema si no rinden su inocencia y su maternidad. Y sin ellas, el mundo está perdido.

Hemos tocado fondo. Con el aborto (y el trauma consiguiente), la mujer ha tocado fondo en su proceso de vértigo feminista, en su proceso de “conversión” a la ética masculina. Pero cuando se toca fondo hay dos posibilidades: ahogarse o empujar con fuerza. La terapia de No Más Silencio ofrece un empujón fuerte a las mujeres que han caído en el abismo del aborto, para que se alcen de su postración.... ¡como un delfín surcando las aguas a los ojos del Sol!

1 Que consiste en: seguir dominando y controlando a la mujer; no implicarse, ni económica ni moralmente en el cuidado de los hijos por considerar que es una pérdida de tiempo y esfuerzo; y dedicar ingentes ingresos económicos para las clínicas abortistas y para profesionales de la salud que no saben curar las enfermedades físicas y mentales que ocasiona el trauma del aborto, por no reconocer su origen.

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